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domingo, 29 de julio de 2012

Para Reflexionar...


Disfruta lo que tienes, mientras esperas lo que quieres

Una de las cosas que la mayoría de las personas tenemos en común es siempre estar esperando algo, un acontecimiento, una respuesta, un comienzo o un final, cosas personales, sentimentales, familiares, profesionales, todos y cada uno de los sueños y metas que queremos ver realizados pero que aunque deseamos con tantas ganas y entusiasmo, algunas otras veces son motivos de tristeza y desanimo.

Estar a la espera de algo deseado también puede convertirse en algo que produce todo menos alegría, pues saber que por el momento no lo tenemos nos hace sentir inconformes o que nos falta algo, y eso muchas veces sin darnos cuenta comienza a hacernos daño, a veces dejamos de disfrutar lo que tenemos por dedicarnos solo a pensar en lo que queremos, y es que pasamos tanto tiempo pensando en eso que lo demás algunas veces hasta deja de ser importante.

Es bueno tener deseos y esperar cosas mejores, también lo es disfrutar del presente, y agradecer a Dios por ello.

Puede ser que hoy estas pasando por una necesidad, tal vez lleva poco tiempo o tal vez mucho, según tu perecer, pero si has puesto tu confianza en Dios no hay nada de que preocuparse, no hay por que estar triste, no importa el tiempo, no importa el lugar, la respuesta llegará en el momento perfecto, lo único que tienes que hacer es DISFRUTAR de lo que hoy tienes y ESPERAR lo que sin duda vendrá y Dios te mostrará una vez mas que toda espera tiene su recompensa.

¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío. Salmos 42:5.

Para Reflexionar:


¿Qué actitud muestras ante la vida?

“Cuando la vida es buena en el interior, la vida se pone buena en el exterior.”

Muchas personas viven culpando a otros o al sistema de las cosas que le pasan, otras se lamentan a si mismos de las decisiones que tomaron y piensan que la vida no ha sido bondadosa con ellos. Es triste que muchas personas estén llevando una vida equivocada, que estén luchando por alcanzar sus sueños y metas, y no lo consiguen. Ellos se preguntan ¿A dónde va mi vida?

El famoso jugador de béisbol Yogi Berra dijo en una oportunidad: “Si usted no sabe a dónde va, usted podría terminar en otro lugar.” Te puedo hacer una pregunta ¿Cómo quieres terminar tu vida? ¿Quieres ser recordado como alguien que vivió la vida o alguien que consumió el oxigeno del planeta que no sabe para que vive?

El pensamiento de arriba dice que si tu vida interior es buena, entonces tu vida externa lo mostrará. Y cuando hablamos de la vida interior no solamente nos referimos a lo espiritual, también incluye la mente y las emociones. Mi mente y emociones influyen en mi comportamiento externo.

Te invito a realizar el siguiente ejercicio: Piensa en algo bueno que te haya ocurrido recientemente, y hazte las siguientes preguntas: ¿Cómo fueron mis pensamientos? ¿Qué emociones se dispararon? ¿Cómo fue mi actuación?

Ahora piensa en algo malo, algo que a ti no te gustó y hazte las mismas preguntas. De seguro no te gustó tu actuación. Tu estado de ánimo cambia de acuerdo a la situación o circunstancia que estés viviendo.

Todo en la vida es un asunto de control. Nuestra naturaleza es querer controlarlo todo y vivir la vida a nuestra manera, si sigues así terminarás mal. Queremos controlar a Dios, controlar a las personas y controlar las situaciones, y lo que sucede es que cuando actuamos así vivimos en un descontrol, la vida se nos escapa de nuestras manos y ocurren las tragedias. ¿Cuál es tu tragedia?

Las tragedias hacen infelices a muchas personas y si tú quieres alcanzar la felicidad debes dejar de arruinar tus pensamientos. Los pensamientos los puede controlar. Tu mente se alimenta de los pensamientos que les das. Tus acciones son resultados de tus pensamientos. ¿Cómo controlar tus pensamientos?

“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.”Filipenses 4:8 (RV1960)
Se nos invita a pensar en lo que es verdadero, en lo puro, en lo que es bueno. Este pasaje es la norma para filtrar nuestros pensamientos. De aquí depende de que mi vida vaya por buen camino. Yo elijo la clases de pensamientos que quiero tener. Si tengo una buena elección en mis pensamientos voy a mostrar una buena actitud ante la vida. Si tengo una buena actitud voy a poder planificar mejor. Si planifico mejor voy a tener mejor tiempo para vivir y sabré donde quiero llegar. Si tengo mejor tiempo para vivir y se a donde quiero llegar significa que vivo en victoria. Dios siempre cumple su Palabra.

“Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado”. Isaías 26:3 (RV1960)

Tú puedes asumir responsabilidad por tu vida y dejar de culpar a los demás o culparte a ti por las tragedias. Hoy es un buen día para elegir buenos pensamientos y diseñar buenas acciones que te lleven a la vida que Dios diseñó para ti. Tú eres un ganador o ganadora!

Para Reflexionar...


Los tres pasos a la firmeza

¿Cómo finalmente puedo yo llegar a una verdadera firmeza en mi vida espiritual?

¿Cómo puedo alcanzar a ser el cristiano que yo siempre he deseado?

Parece ser que todos los cristianos luchamos permanentemente por una vida cristiana y satisfactoria que agrade a Dios y en la cual nosotros nos sintamos cómodos, pero esto sin duda es una gran lucha.

Dios ha provisto sobre esto para nosotros, la palabra dice que Dios ha hecho un pacto con nosotros y quiere poner en nuestro corazón su palabra para que de esta forma podamos noso tros alcanzar a ser los hijos de Dios que deseamos.

¿Cómo es esto posible y cómo podemos nosotros hacer realidad esto?

Hay tres pasos que quiero proponer a Uds. en este sentido y son los siguientes:

Lo dice la palabra de Dios

Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redarguir, para corregir, para instruir en justicia

2 Timoteo 3:16. Debemos entender y reconocer que la palabra de Dios es autoridad para nosotros. Así como en nuestro trabajo habitual, decimos lo ha dicho el jefe y es así ya que reconocemos su autoridad, nosotros mismos debemos en primer lugar reconocer la palabra de Dios para nuestras vidas.

La palabra de Dios es verdad, es poderosa, es útil, es buena, lo sabemos y debemos darle la oportunidad a que la palabra de Dios actúe en nosotros, en primer lugar creyéndola y segundo dejando que tenga un efecto en nosotros.

Esta claro que no lo decimos como una palabra mágica que aplicamos, sino que va mucho más allá en este sentido. La palabra de Dios es para sus hijos fuente de toda sabiduría, nada supera a esta, ninguna otra cosa puede igualarse a ella ya que ella misma es inspirada de Dios y nos llegó a nosotros.

Cuando declaro lo dice la palabra de Dios, estoy dando lugar primero en mi mente y vida para que ella tenga efecto en mi y segundo estoy declarando frente al mundo espiritual esto y dando a la palabra de Dios el lugar en mis destinos y propósitos de vida.

Recordamos lo que dice Jesús frente a la tentación y lo declara a Satanás:

Él respondió y dijo: Escrito está: "No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra q ue sale de la boca de Dios". Mateo 4:4

Por lo tanto el primer paso en mi camino a la firmeza es esta declaración y ella debo hacerla siempre antes de decaer, antes de declinar en mi vida espiritual y digo:

"Lo dice la palabra de Dios" comienza ahora mismo con un ejercicio, piensa en la situación de tu vida que te impide ser firme y imagina ahora mismo que antes de que esto te impida le dices: NO, YO NO HAGO ESTO… ¿Porque? "Lo dice la palabra de Dios" seguro que desde el momento en que declaras esto ya te sientes más fuerte para enfrentas, pero no es todo sigamos.

"Lo dice la palabra de Dios" NO, YO NO HAGO ESTO… ¿Porque? "Lo dice la palabra de Dios" y "yo lo creo en mi corazón" estoy seguro que ese cristiano firme comienza a formarse una realidad en tu interior. Pero no es todo sigamos.

Esto lo afirma mi mente:
En nuestras mentes se llenan de ¿Porque? Desde que somos niños , Uds. han visto que los niños siempre preguntan y preguntan y preguntan. ¿Qué hacen ellos en esto? Están preguntando para luego afirmarlo con su boca y luego llevándolo a su mente afirmándolo tantas veces como es posible. Si a mi a veces me desespera que mis hijos pregunten tantas veces, pero que ellos quieren estar seguros de que es así y eso solo lo logran grabándolo en sus mentes. Dice la palabra: Renovaos en el espíritu de vuestra mente. Efesios 4:23
 Esta palabra es increíble léala dice renovaos o sea dice: estén dispuestos a cambiar y reafirmar. Le digo a mi mente que es incrédula: "Dios es real" y cuando afirmo esto en ella ella lentamente reaccionará a esta realidad y comenzará p ensar en este orden de prioridades.

Todas las cosas son puras para los puros, pero para los corrompidos e incrédulos nada es puro, pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas. Tito 1:15
 Parece increíble pero la mente tiene la capacidad de corromperse y dañarse para que de esta manera no podamos ver claramente todo. Hay que pensar lo bueno y lo bueno solo viene de Dios. La oferta del mundo nos dice cada día que esto u lo otro es bueno y lo creemos, vean las propagandas en la tele y como la gente compra lo que es bueno aparentemente.

Jesús le dijo: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente" Mateo 22:37
¿Por qué insistía Jesús en este como el primer mandamiento y el más importante?

No solo es el sentir y el asiento de nuestros sentimientos (Alma) donde damos toda la importancia a Dios, es allí en la mente misma donde estas cosas se afirman y dan respuesta a todas las situaciones de la vida que debemos afrontar.

Finalmente vamos a hacer el ejercicio completo.

Continuamos con nuestro ejercicio pero ahora agregamos el tercer y último paso:

NO, YO NO HAGO ESTO… ¿Por qué? "Lo dice la palabra de Dios" y "yo lo creo en mi corazón" y esto lo afirmo en mi mente. Si claro que ya tienen forma, la tiene y es completa.

Si piensas ahora en esa el cristiano firme que quieres ser ¿que ocurre?

Yo se que Dios lo hará, yo se que actuaré y llegaré a ser ese cristiano que Dios quiere de mi, que alegría estoy muy pero muy curioso de ver lo que Dios hace en mi.

Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Pondré mi ley en su mente y la escribiré en su corazón; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Jeremías 31:33

Para Reflexionar...


Cuánto daño hace no perdonar

El tema del día era el resentimiento y el maestro nos había pedido que lleváramos papas y una bolsa de plástico. Ya en clase, elegimos una papa por cada persona que guardábamos resentimiento, escribimos su nombre en ella y la pusimos dentro de la bolsa. Algunas bolsas eran realmente pesadas.

El ejercicio consistía en que durante una semana lleváramos con nosotros a todos lados esa bolsa con papas. Naturalmente la condición de las papas se iba deteriorando con el tiempo, y el fastidio de acarrear esa bolsa en todo momento me mostró claramente el peso espiritual que cargaba a diario y cómo, mientras ponía mi atención en ella para no olvidarla en ningún lado, desatendía cosas que eran más importantes para mí.

Este ejercicio fue una gran lección sobre el precio que pagaba a diario por mantener el resentimientopor algo que ya había pasado y no podía cambiarse. Me di cuenta que cuando le daba mucha importancia a las promesas no cumplidas me llenaba de resentimiento, aumentaba mi stress, no dormía bien y mi atención se dispersaba. Perdonar y dejarlas ir me llenó de paz y calma.

La falta de perdón es como un veneno que tomamos a diario a gotas pero que finalmente nos termina envenenando. Muchas veces pensamos que el perdón es un regalo para el otro sin darnos cuenta que los únicos beneficiados somos nosotros mismos.

El perdón nos libera de ataduras que nos amargan el alma y enferman el cuerpo. El perdón se basa en la aceptación de lo que pasó. No significa que estés de acuerdo con lo que pasó, ni que lo apruebes. No significa dejar de darle importancia a lo que sucedió, ni darle la razón a alguien que te lastimó. Simplemente significa dejar de lado aquellos pensamientos negativos que nos causaron dolor o enojo.

Si guardamos odio, rencor, o resentimiento por ofensas que hemos recibido, estamos perpetuando nuestro malestar y consumiéndonos, dejando de disfrutar el momento. Cada vez que recordamos cualquier episodio que nos causa dolor, dejamos de vivir el aquí y el ahora; dejamos de avanzar en nuestro desarrollo personal y peor aún, nos estancamos en nuestro crecimiento espiritual.

La falta de perdón puede disfrazarse con diferentes máscaras. Las personas a veces dicen con un tono de enojo que ya han perdonado ofensas pasadas, pero su amargura evidente las delata. La falta de perdón se puede alojar en tu corazón, y estar allí, escondida. Las siguientes preguntas te ayudarán a examinar tu corazón para ver si necesitas perdonar a alguien:

¿Esperas secretamente que alguien reciba lo que se merece?
¿Todavía sigues hablando negativamente de esa persona a los demás?
¿Te complaces con fantasías de venganza, incluso leves?
¿Gastas tiempo pensando en lo que alguien te hizo?
¿Cómo te sientes cuando le sucede algo bueno a esa persona?
¿Has dejado de culpar a esa persona por la forma como afectó tu vida?
¿Te resulta difícil ser abierto y confiado con las personas?
¿Te enojas, te deprimes o te vuelves hostil con frecuencia?
¿Encuentras difícil o imposible pedir bendición a Dios para quién te ha
ofendido?

Siendo sinceros de corazón, podemos ejercitarnos en algunos pasos para lograr liberarnos de la carga que significa el rencor y liberar a la otra persona también.

Considera las circunstancias que pudo haber vivido la persona que te ofendió, para llegar a ser como es, o qué situación estaría viviendo para haber hecho lo que hizo, aun intencionalmente.
Considera qué parte jugaste, o qué pudiste haber hecho para propiciar el incidente.
Deja atrás el papel de víctima y continua con tu vida.
Recuerda las cosas positivas y buenas que te unieron a esa persona, los ratos buenos y bellos que pasaste con ella, los momentos de amor, apoyo, consejo y comprensión mutuos.
Pide al Señor que bendiga a esa persona, y que le muestre lo que hizo mal y se arrepienta.
Libera a la persona con tu perdón. Así vas a liberarte a ti mismo por vivir en el presente, en el aquí y el ahora.

"Si alguno ha causado tristeza, no me la ha causado sólo a mí; hasta cierto punto -y lo digo para no exagerar- se la ha causado a todos ustedes. Para él es suficiente el castigo que le impuso la mayoría. Más bien debieran perdonarlo y consolarlo para que no sea consumido por la excesiva tristeza. Por eso les ruego que reafirmen su amor hacia él. Con este propósito les escribí: para ver si pasan la prueba de la completa obediencia. A quien ustedes perdonen, yo también lo perdono. De hecho, si había algo que perdonar, lo he perdonado por consideración a ustedes en presencia de Cristo, para que Satanás no se aproveche de nosotros, pues no ignoramos sus artimañas" 2 Corintios 2: 5-11.

viernes, 27 de julio de 2012

Matutinas para jóvenes


EL APLAUSO POPULAR


Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse. 2 Timoteo 2:15, NVI

Si te ofrecieran tomar una droga que te garantizara una medalla de oro en los Juegos Olímpicos, a sabiendas de que esa misma droga te matará al cabo de cinco años, ¿la tomarías? Imagino que tu respuesta es un no rotundo. Eso es lo que yo también respondería.
Según informa Roy Adams, en un editorial de la Adventist Review («Take what you get», 27 de noviembre de 2008, p. 6), se le hizo esta pregunta a un grupo de atletas estadounidenses. ¡Alrededor de un cincuenta por ciento de los encuestados respondió afirmativamente! Estarían dispuestos a consumir una droga que les garantizara la medalla de oro, aunque esa droga les asegurara la muerte al cabo de cinco años.
¿Es que nos estamos volviendo locos o qué?
Quizás la explicación a esta locura hay que buscarla en el exagerado culto a la personalidad que reciben las súper estrellas del deporte y del espectáculo. Son idolatrados por las multitudes y reciben millones de dólares por exhibir sus habilidades y destrezas.
Peor aún, se les perdonan sus excesos, sus desaires e incluso sus pecados. Un buen ejemplo lo encontramos en el caso de Tiger Woods, el mejor golfista del mundo. Cuando salieron a relucir sus «travesuras» sexuales y la descarada infidelidad hacia su esposa, un periodista de la cadena ESPN preguntó a un analista deportivo que debía hacer Woods para que el público lo perdonara. La respuesta del analista no pudo ser más ilustrativa. Parafraseo sus palabras: «Para ganar nuevamente el favor del público, Tiger tiene que volver a ganar. Recordemos el caso de Alex Rodríguez. Hace poco el público lo condenó por usar sustancias prohibidas, y al poco tiempo lo aplaudió por contribuir al triunfo de los Yanquis de Nueva York en la serie mundial [de 2009]».
Es decir, el público perdonará lo malo que la celebridad haga siempre y cuando triunfe en el mundo del espectáculo. ¡Qué escala de valores tan torcida!
Apreciado joven, estimada jovencita, no te dejes cautivar por el aplauso popular, ni por las promesas de fama, dinero y placer que el mundo ofrece. Nada en esta vida supera el gozo de la obediencia y la paz de una conciencia limpia. Nada se compara con el aplauso de Dios.
Padre mío, ayúdame a vivir hoy para agradarte a ti, no al mundo.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
Dímelo de frente

Matutinas para la mujer


AFERRADAS DE DIOS


Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes –afirma el Señor-, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza (Jeremías 29:11 NVI).

Ante todos los percances que precedían a nuestro viaje, debo admitir que en determinado momento dejé de orar para que mi esposo nos acompañara. Me conformé con la decisión que él había tomado. Sin embargo, mi hijo exclamó: «Mamá, yo voy a seguir orando para que mi papá venga con nosotros». ¡Qué reprensión para mi falta de fe! Decidí entonces comenzar de nuevo a orar con nuestro hijo.
En el momento en que las personas y los planes nos fallan y nuestra fe es probada debemos recordar que no estamos solos. Dios también usó a mi esposo para hacerme recordar otra hermosa promesa: «¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra. Mi carne y mi corazón desfallecen; más la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre» (Sal. 73:25-26). ¡Qué Dios tan amante tenemos! Permitamos que nuestro precioso Salvador nos tome en sus brazos y nos guíe obrando en nuestras vidas un verdadero milagro.
El domingo, antes de emprender aquel largo viaje para asistir al retiro familiar, mi esposo nos dio una maravillosa noticia durante el culto de la mañana. Nos informó de que podría ir con nosotros al campamento familiar.  El Señor permitió que su trabajo se interrumpiera durante una semana, el tiempo exacto que necesitábamos para la travesía.
Por otro lado, el gato mejoró y no tendría que ser operado. Un buen amigo se ofreció a cuidar de nuestros animales y del jardín y el martes por la mañana, precisamente el día de nuestra partida, un amigo de mi esposo nos ayudó a conseguir el remolque que necesitábamos.  Nuestra fe fue probada, y las dificultades por las que pasamos nos hicieron valorar y apreciar más la ayuda divina.  Disfrutamos muchísimo del campamento y recibimos grandes bendiciones espirituales.
Querida amiga, no olvides que en cualquier circunstancia Jesús es nuestra fortaleza y apoyo. Como David, debemos decir: «Enséñame, Jehová tu camino» (Sal. 86:11).

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Una cita especial

lunes, 23 de julio de 2012

Matutinas para jóvenes


UNA «FELIZ» EQUIVOCACIÓN


El Señor te pondrá en el primer lugar y no en el último. Deuteronomio 28:13.

Juancito era uno de esos alumnos que ningún maestro quiere tener en su clase. Molestaba a sus compañeros, y no le daba importancia a sus calificaciones. Hasta que ocurrió algo muy curioso, según cuenta el escritor James Dobson.
Un día se celebraba la reunión de padres y representantes con los maestros de la escuela. Entonces la mamá de Juancito se acercó al nuevo maestro de su hijo.
—Maestro, ¿cómo se está portando mi Juancito?
—Señora, usted no tiene idea de lo feliz que me siento al tener a Juancito en mi clase. Me llena de satisfacción ser su maestro.
La asombrada madre agradeció al maestro esas palabras y, al llegar a su casa, le contó a su hijo lo ocurrido. Lo que ella no sabía es que había otro Juancito en la clase (Juancito «el bueno»), y que el maestro se estaba refiriendo a ese otro, no a Juancito «el malo».
Al día siguiente Juancito, «el malo» se acercó a su maestro.
—Mi madre me contó lo que usted le dijo. Jamás un maestro dijo eso de mí.
Ese día Juancito hizo sus tareas escolares y no fastidió a sus compañeros. Al regresar a su casa hizo sus tareas sin que nadie lo obligara. Y en los días que siguieron, sucedió exactamente lo mismo. En poco tiempo, Juancito llegó a ser uno de los mejores alumnos de la clase (en Alice Gray, Stories for the Family 's Heart [Relatos para el corazón familiar], p. 82).
¿Qué produjo el milagro? La «feliz» equivocación de un maestro que se expresó bien de un alumno «malo», creyendo que se trataba del «bueno». Al parecer, Juancito «el malo» solo necesitaba que alguien, aunque fuera por equivocación, le dijera una palabrita de estímulo.
¿Hay en tu familia o entre tus amigos alguien al que todos consideran «un fracaso»? Quizás todo lo que necesita esa persona es una palabra de ánimo. Y quizás tú eres la persona que podría decirle esa palabra.
¿O eres tú ese que los demás consideran un fracaso? Pues si este es el caso, no aceptes que nadie te diga que no sirves. Recuerda que Dios te ha dado talentos para que estés «en primer lugar, no en el último».
Nunca dejes de creer en ti, porque Dios cree en ti.
Amado Padre, hoy quiero hacer lo mejor, e inspirar a otros a hacer lo mismo.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
Dímelo de frente

Matutinas para la mujer


LAS MANOS

Entonces le fueron presentados unos niños para que pusiera las manos sobre ellos  orara; pero los discípulos los reprendieron (Mateo 19:13).

Un día, mientras estaba sentada en una silla con las manos en mi regazo, procedí a mirármelas con una atención e interés inusuales. Pensé en lo útiles que pueden ser las manos, ya sea que tengan una apariencia delicada, o se vean maltratadas y arrugadas. Se dice que las manos son una viva expresión de la persona. Cuando deseas consolar a alguien lo acaricias con cariño; a un niño cuando llora lo tomas de las manos para luego llevarlo hasta tu pecho. Asimismo, para quienes no poseen el don del habla, son un medio eficaz de comunicación.
Hay unas manos en extremo hermosas; unas manos que un día fueron clavadas en una cruz para mostrar al mundo el gran amor de su dueño. Esas manos fueron horadadas para que todos nosotros encontráramos en él la solución al pecado, la muerte y el dolor. Las manos de nuestro amante Salvador siempre están extendidas hacia nosotros. Fueron el medio que utilizó para curar a los enfermos, y el que utilizaron los apóstoles al seguir su ejemplo: «Sobre los enfermos pondrán sus manos y sanarán» (Mar. 16:18).
En Emaús, el Señor tuvo que mostrarles las manos a dos de sus discípulos, con el fin de que creyeran que era él: «Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy.  Palpad y ved» (Luc. 24:39). Elena G. de White afirma: «El amante Jesús la guiará paso a paso con tal de que usted ponga su mano en la de él y le permita que le guíe» (Cada día con Dios, p. 61).
La incredulidad nos lleva en ocasiones a imitar a Tomás: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos y meto mi dedo en el lugar de los clavos, y meto mi mano en su costado, no creeré» (Juan 20:25).
Jesús está dispuesto, como lo estuvo en el pasado, a que hurguemos en sus llagas y heridas, por doloroso que sea. Sus manos reflejan amor, misericordia y salvación. Hermana, ¡ojalá que el Señor nos enseñe a utilizar nuestras manos como un instrumento de amor en la misma forma en que él las empleó!

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Una cita especial

viernes, 20 de julio de 2012

Dios busca y el hombre se esconde...





"Pero Dios el SEÑOR llamó al hombre y le dijo: ¿Dónde estás? El hombre contestó: Escuché que andabas por el jardín, y tuve miedo porque estoy desnudo. Por eso me escondí" (Gn. 3:9,10).


El texto citado es probablemente uno de los más utilizados para fines homiléticos, especialmente en sermones evangelísticos o de llamados a aceptar a Jesús como nuestro salvador personal. No obstante, el capítulo 3 de Génesis guarda entre líneas mensajes transcendentales para nuestra edificación en la vida cristiana. De modo que el propósito del mensaje de hoy es sencillamente mostrar sino recordar una vez más que Dios siempre buscó al hombre y muy por el contrario, el hombre, por su naturaleza siempre se escondió de Dios por temor.

Desde el Génesis mosaico al Apocalipsis juanino la búsqueda de Dios por la humanidad caída en el fango del pecado es una constante, Dios va en busca de sus hijos, como en el verso de hoy. En el libro de Éxodo Dios busca a su pueblo para librarlos de la esclavitud en Egipto. La venida del Mesías, Cristo mismo lo dijo en expreso: “Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Luc. 19:10). No hay duda pues que Dios siempre buscó al hombre perdido. Pero, ¿qué del hombre? ¿el hombre buscó a Dios? La Biblia muestra la triste y cruda realidad: el hombre siempre huyó de la presencia de Dios, se escondió de los caminos de Dios para ir por caminos escabrosos y caóticos. Eso pasó con Adán y Eva, Caín y “los hijos de los hombres”, en fin, por naturaleza, el hombre se escondió de Dios.

Sin embargo, ¿no sucede hoy la misma dinámica de antaño allá en el Edén donde Dios busca y el hombre se esconde para huir de miedo? ¿No es Dios quien sigue buscando a la humanidad mientras ella hace caso omiso al llamado de amor? ¿No sigue llamando con voz de amor Dios al hombre sumergido a más en la desgracia del error mientras el hombre tal vez sin saberlo rechaza vez tras vez la invitación?

La Biblia dice en Apocalipsis: “Mira yo estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré y cenaré con él y él conmigo” (Apoc. 3:20). Es sin lugar a dudas una invitación sublime. El temor es normal, es natural, cuando uno está lejos de Dios todo lo que esté relacionado con asuntos espirituales simplemente va a ser considerado como demasiado santo como para que un individuo ahogándose en la lepra del pecado sea digno de ser parte de ello.

Hay personas que viven sin esperanza y tienen miedo a Dios. Tienen miedo a ir a la iglesia y ser los culpables de que Dios “mande” un terremoto y destruya la iglesia por culpa de los pecadores. Nada de ello tiene asidero en la Biblia. Dios está con los brazos abiertos esperando como antaño a que te des cuenta de que tu temor es inconsistente, que tu temor y miedo no tiene razón pues no hay motivos. Dios te ofrece la paz, la esperanza y el amor… Dios quiere que dejes ese vestido de “hojas de higuera”, ese vestido simple y pasajero, efímero y desechable para ponerte ese vestido de justicia que Dios mismo preparó con sus manos hecho del Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Gn. 3:21 cf. Jn. 1:29). Cuando nos sentimos desnudos, descubiertos y desenmascarados nuestra naturaleza, la condición del hombre hace vernos “sucios” y nos escondemos de Dios, para vestirnos de cosas que pasan, como por ejemplo, los vicios, el trabajo, las diversiones, etc… pero ellas pasan, se “marchitan” como las “hojas de higuera” y tarde o temprano sentiremos que estamos “desnudos” otra vez.

Hoy es el día, vayamos con fe. Vayamos seguros de que Dios nos sigue buscando como antes mucho más. La decisión es únicamente tuya.

Pr. Heyssen J. Cordero Maraví

FELIZ SÁBADO...


Usa el poder con sabiduría




Oráculo hay en los labios del rey; en juicio no prevaricará su boca. Prov. 16:10.

El proverbio de hoy tiene que ver con el uso del poder. El poder, como la energía eléctrica, sirve para el bien o para el mal. Sabiamente orientada, la energía eléctrica puede salvar vidas. Mal usada, ya mató a muchas personas. El poder en las manos de una persona dependiente de Dios, puede hacer a las personas más felices. En las manos de un insensato, puede ser instrumento de tiranía y destrucción.

"Oráculo hay en los labios del rey". La versión portuguesa de Almeida traduce: "En los labios del rey se encuentran decisiones autorizadas". ¡Es incuestionable! El rey tiene poder, sus decisiones son autorizadas. Tiene poder también el gerente, el padre, el director, el jefe, e! profesor, etc. Algunos más, otros menos. La pregunta es ¿cómo estoy usando el poder que me fue confiado? ¿Uso dos pesas y dos medidas? ¿Soy justo, humano, sensible y comprensivo? ¿O simplemente lo uso para demostrar que "aquí, el que manda soy yo"?

La segunda parte del versículo declara "en juicio no prevaricará su boca".

Es interesante el verbo juzgar. Significa determinar, dar sentencia. Cuando dos niños disputan el mismo juguete, el padre define cómo queda la situación. Cuando en un partido de fútbol los dos equipos discuten si fue o no fue falta, es el árbitro el que determina.

La advertencia de Salomón para quien ejerce el poder es "al juzgar, no prevarique", literalmente "no traicione la justicia".

Sé un hombre justo. Dondequiera que tú ejerzas el poder, úsalo con sabiduría y establece valores. Los valores son los que sirven de fundamento para mantener relaciones saludables. Vive esos valores. Las personas están atentas para ver si tú estás realmente comprometido con los valores que esperas que los otros sigan.

Toda persona que ejerce el poder es como e! modelo de una obra de arte.

Las personas no siguen los valores que tú estableces, ni la visión de futuro que tú escribiste en la declaración de misión de la empresa, o que tienes bajo el vidrio en tu mesa de trabajo. Las personas te siguen a ti. Por tanto, ámalas, compréndelas y ayúdalas a crecer. Ese es el uso correcto del poder.

Un día, cuando lleguemos al último capítulo de nuestra historia, lo queramos o no, tendremos que rendir cuentas a Dios de la manera cómo usamos el poder. En ese día, quiero decir: "Señor, fui tan solo un instrumento en tus manos, gracias porque a través de mi insuficiencia tu poder fue suficiente para hacer felices a las personas". No olvides que "oráculo hay en los labios del rey; en juicio no prevaricará su boca".

Pr. Alejandro Bullón Paucar

LA BLANDA RESPUESTA QUITA LA IRA




“La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor” (Prov. 15:1).
El viejo dicho brasileño dice que "Cuando uno no quiere, dos no pelean". Es simple y al mismo tiempo, profundo. Es una manera popular de presentar lo que Salomón dijo hace siglos. No hay corazón que no se conmueva ante una respuesta amable.
La vida es como un espejo. Recibimos de vuelta la imagen que proyectamos. Las palabras duras producen reacciones agresivas. Las palabras suaves producen actitudes gentiles.
El adjetivo duro en hebreo es éseb, que también puede ser traducido como "que provoca dolor". Las palabras son como cuchillos de doble filo, sirven para el bien o para el mal. Apaciguan o enfurecen los ánimos. Conciertan relaciones o las destruyen. Traen alegría o provocan dolor.
Piensa en las veces en que podrías haber usado la palabra de un modo más edificante. No te proyectes a un tiempo lejano, piensa en lo que sucedió ayer u hoy, con tu esposa o con tus hijos.
Cuando las flechas envenenadas del furor traten de alcanzarte, usa como escudo protector la respuesta blanda, suave. No entres en el juego de la provocación. Responder en el mismo tono, dejándote llevar por la pasión del momento, no es evidencia ni de sabiduría ni de valor. Tú puedes vencer a los otros y ser considerado fuerte, pero si te vences a ti mismo serás poderoso. Este tipo de victoria solo se la puede alcanzar con la ayuda del Todopoderoso.
El control de las palabras comienza con el control de las emociones, y eso es obra del Espíritu Santo. Encuentro a menudo personas que me dicen: "Yo sé que mis palabras dichas de manera inapropiada me crean problemas, pero no consigo hacer nada para cambiar esta situación".
Esa es la diferencia entre el humanismo y el cristianismo. Mientras el primero deja toda la responsabilidad sobre sus hombros, colocando su interior como fuente del poder, el cristianismo enseña que el poder no proviene de dentro de uno, sino de arriba. El cambio de temperamento es un acto divino. Dios usa como instrumento la voluntad humana, pero la criatura no pasa de ser un medio. La fuente del poder es Dios.
Inicia las actividades de este día colocando tu voluntad bajo el control divino. Deja que Jesús viva en ti y controle tus palabras, porque "La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor".

Pr. Alejandro Bullón P

LA FIRMA DE DIOS



“Entonces Dios bendijo el séptimo día y lo santificó, porque en él reposó de cuanto había hecho en la creación” (Gn.2:3).
Después de seis días de haber creado un mundo bueno en gran manera, cuando el sol hacía su tercera despedida portentosa, indicado así la culminación del día sexto, Dios reposó. Es decir cesó la obra maestra de su creación cual pintor sobre su fino lienzo. Si habláramos en lenguaje del reloj, el horario marcaría las 6 y el minutero las 12 aproximadamente. Minutos más, minutos menos, Dios bendijo ese nuevo día y los santificó, es decir lo separó, de los otros seis días. La pregunta que resulta es, ¿Porqué lo separó de los otros seis días? Simple como parezca, por una sencilla razón, porque ese sería el recordatorio de su gran obra maestra.
Cuando un pintor culmina cuidadosamente su obra, ¿qué es el que debe hacer para que la gente sepa que él es el autor? Estampar su firma. Así, la gente que vea aquella pintura verá quién es su autor o responsable. Dios no necesitaba descansar de la obra que hizo, Él es Dios, es un absurdo que se canse, por ello la palabra hebrea para reposar no significa “dormir” sino “parar, cesar, poner un alto”, es decir Dios dejó de crear al culminar el día sexto. Entonces Dios bendijo ese día, es el único día bendecido por Dios, no hay otro día, alguno podría decir: “¿quiere decir que los seis días restantes son malditos?” ¡No! Pero es el único día al cual verbalmente Dios pronuncia bendición.
El día séptimo o sábado, es el día que conmemora la majestuosa creación de Dios. Desde la más minúscula célula, hasta la perfecta creación de Dios, el hombre, son creación de Dios. Así, el sábado es la firma de Dios sobre la creación del universo.
Al ver su grandiosa obra, Dios diseñó un día en el cual todo el universo reconozca que lo que existe no fue producto del azar sino que Él es su creador. Que el día sábado sea un día en el cual tú puedas alabar el nombre de Dios, porque es el creador de todo cuanto existe.
Alabemos el Nombre de Dios, pues maravillosas son sus obras, mírate, tú eres parte de esa majestuosa creación, ¿por qué no vas hoy mismo a Dios y le das gracias porque es poderoso y amoroso a la vez?
Pr. Heyssen J. Cordero Maraví

EL DÍA SÁBADO... ¿TE GUSTA?




“La obra del cielo no cesa nunca, y los hombres no debieran nunca descansar de hacer el bien. El sábado no está destinado a ser un periodo de inactividad inútil. La ley prohíbe el trabajo secular en el día de reposo del Señor; (…) pero como Dios abandonó su trabajo de creación y descansó el sábado y lo bendijo, el hombre ha de dejar las ocupaciones de su vida diaria, y consagrar esas horas sagradas al descanso sano, al culto y a las obras santas”.El Deseado de Todas las Gentes, p. 177.
¿Qué es lo que haces los días sábados? No respondas a viva voz. Esta pregunta debes respondértela a ti mismo, pero debes ser sincero. ¿Te sientes feliz en el día de Dios? ¿Es para ti un día de alegría y oportunidad para predicar, y hacer la obra de Dios? O es simplemente un día más, un día común y aburrido porque debes ir a la iglesia y sentarte, en vez de dormir o descansar, o tal vez ganar dinero en tu trabajo.
Sabes querido hermano, si no encontramos deleite en guardar el sábado en este mundo, estamos en problemas. Nadie que no haya llegado a gozarse en el día de Dios, podrá vivir por la eternidad con Dios.
Si no te gusta el sábado, si encuentras que es un día pesado y aburrido, un día de pérdida, un día de carga. Jamás podrás ir a morar en las mansiones celestiales. La Biblia dice que en el cielo guardaremos el sábado por la eternidad (Is. 66:23), y la mensajera del Señor dice: “El pecador no podría ser feliz en la presencia de Dios; le desagradaría la compañía de seres santos (…) el cielo sería para él un lugar de tortura, ansiaría ocultarse de la presencia del Ser que es su luz y el centro de gozo”. El Camino a Cristo, p. 11.
Deléitate en el Señor, haz el bien, y gózate en el Señor.

Pr. Heyssen Cordero

jueves, 19 de julio de 2012


 ¿Serán reconocidas en las tinieblas tus maravillas, y tus justicias en la tierra del olvido? Sal. 88:12.

Para Reflexionar:

ENSEÑA VALORES


Mírame, y ten misericordia de mí, porque estoy solo y afligido. Sal. 25:16. 


No es fácil ser líder. Hubo un tiempo en que la mejor definición de líder era: "Aquel que inspira y lleva a las personas a la acción, consiguiendo de ellas el máximo de colaboración y el mínimo de oposición". Hoy, la mejor definición podría ser: "Líder es aquel contra el cual la mayoría se opone". Vivimos en tiempos contestatarios. "Si hay un líder, estoy en contra", parece ser el grito universal de los pueblos.

David era el líder de Israel, y por serlo, pagó el precio de la incomprensión y de la soledad. Dice: "Estoy solo y afligido". Si tú nunca tuviste que ejercer un cargo de liderazgo y nunca tuviste que tomar decisiones difíciles que afectan a otras personas, tal vez no puedas entender la "soledad" del líder.

Si tú eres líder y quieres ser leal a tu conciencia y a los principios bíblicos, verás muchas veces que los amigos, e incluso los miembros de tu familia, se colocarán contra ti. Esto duele. El salmista conocía bien este dolor, porque sus hijos, Absalón, Amón y Adonías estaban contra él y, además, se les había unido Ahitofel, que era uno de los mejores amigos del rey.

En esas horas de soledad y dolor, ¿a dónde va el líder herido? No puede desanimarse ni palidecer. Él es el líder. Todos pueden abandonar el barco, menos el capitán. Todos pueden correr, huir, el líder no. Pero, ¿no es un ser humano como los demás? ¿No tiene sentimientos, corazón, sangre como los demás? Sí, ¿pero a quién le -importa?
El versículo de hoy nos da a entender que hay alguien a quien le importa y se preocupa. Por eso, la oración del salmista, fue: "Mírame, y ten misericordia de mí, porque estoy solo y afligido".

Aflicción, del verbo hebreo tsarah, significa dolor psicológico y emocional. Aparece por primera vez con este significado cuando los hermanos de José al reconocerlo, dijeron unos a otros: "Verdaderamente hemos pecado contra nuestro hermano, pues vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba, y no lo escuchamos".*

José fue un líder abandonado y rechazado. Como David, como tantos otros y tal vez, como tú hoy, ante las circunstancias difíciles que estás viviendo.

Pero Jesús está ahí a tu lado, dispuesto a darte fuerzas para soportar las intrigas y las maledicencias de la oposición. No temas. Solo di como el salmista: "Mírame, y ten misericordia de mí, porque estoy solo y afligido".

* Gen. 42:21.


por Alejandro Bullón

Matutinas para Jóvenes..


NUNCA


No estoy solo, porque el Padre está conmigo. Juan 16:32

El 29 de octubre de 1941, Sir Winston Churchill, por entonces primer ministro de Gran Bretaña, visitó su alma máter, la Harrow School, para dar un discurso. ¿De qué podría hablar en un momento en el que su país se enfrentaba a la poderosa Alemania de Hitler?
Ese día Churchill habló de perseverancia: «Nunca se den por vencidos —dijo—. Nunca, nunca, nunca. Nunca cedan ante la fuerza aparentemente poderosa del enemigo».
No sé qué luchas podrás estar librando ahora mismo. Pero una cosa te digo: No te des por vencido. Si se trata de alguna materia de tus estudios que te está dando dolores de cabeza, o de una jovencita o jovencito que te está quitando el sueño, o de una tentación que amenaza con derrumbar tus defensas espirituales; lo que sea, sigue luchando. Esta es la lección que nos enseña una antigua historia de la Edad Media, que tiene como protagonista a Robert I, el legendario guerrero que reinó en Escocia entre 1306 y 1329.
Cuenta el relato que en cierta ocasión, mientras huía de sus enemigos, Robert tuvo que esconderse en una cueva situada en la costa norte de Irlanda. Con el ánimo por el suelo, se sentó a pensar en lo que podía hacer para derrotar a los ingleses. Entonces notó que una araña trataba de hilar su tela desde un extremo de la cueva hasta el otro. A pesar de que no lo lograba, la arañita lo seguía intentando. Uno, dos, tres, cuatro intentos... Nada. Cinco intentos, seis, siete... ¡Al fin logró su cometido en el octavo intento!
«¿No puedo yo tener la misma determinación de una araña?», pensó Robert. Inspirado por la persistencia del animalito, regresó al campo de batalla, derrotó a los ingleses y finalmente ascendió al trono de Escocia para gobernar a su pueblo durante 23 años.
Como ya lo expresó Braulio Pérez Marcio: «Vale más la tenacidad que la genialidad, y la perseverancia que el talento natural, porque en tanto que la genialidad y la inteligencia pueden vacilar en la lucha [...] la tenacidad prosigue poco a poco, pero con seguridad, hasta llegar a la meta» (Querida, hija, querido hijo, p. 19).
¿Estas librando duras batallas ahora mismo? No cedas. Lucha con todas tus fuerzas.  Y no olvides que nunca estás solo.  Cualquiera sea la prueba, tu padre celestial está contigo.
Padre celestial, dame tu mano para enfrentar las pruebas de este día.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
Dímelo de frente

Matutinas para la Mujer.


EN LA CASA DE MI PADRE


En la casa de mi Padre muchas moradas hay, si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me voy y os preparo lugar, vendré otra vez y os tomaré a mí mismo, para que donde yo esté, vosotros también estéis (Juan 14:2-3).

Vivimos en un mundo en el que cada vez hay más violencia, más maldad e ingratitud. También observamos guerras, hambres, inundaciones, terremotos, enfermedades y un sinfín de acontecimientos que son señales de los sucesos que adelantó el Señor en su sermón profético.
En cierta ocasión mi esposo celebró una «Semana de Vida Familiar» en una de sus congregaciones. En algún momento formuló una pregunta a las familias presentes: «¿Por qué sufre la gente?». Esa interrogante surge por lo general en los momentos en que la enfermedad, una crisis, o una tragedia tocan a la puerta.
Nosotras sabemos quién es el autor de todos los males que afectan a este mundo. Lo triste es que el responsable es ¡uno de los hijos más destacados de Dios! Un ser que fue creado perfecto y colocado en un entorno ideal. La Biblia dice que Lucifer fue creado como un querubín perfecto, hasta que se halló en él maldad (ver Eze. 28:15). Sus propósitos nunca han sido buenos, sino todo lo contrario.
Sus malos deseos sin duda se enfocan en las familias, porque estas son las fraguas donde se forjan los hijos y el carácter. La Palabra de Dios afirma que el diablo está lleno de ira y, aunque en la cruz fue vencido y condenado, continúa destruyendo y dañando al mundo y a sus habitantes.
Jesús predijo todos esos acontecimientos. Sin embargo, él no nos dejó abandonados, sino que nos reafirma en la bendita esperanza: viviremos eternamente con él y con su familia celestial. Cristo subió al cielo a preparar un hogar para tu familia y para la mía. Allí no habrá más sufrimientos, ni llanto, ni dolor. Tampoco habrá más preocupaciones, enfermedades, ni muerte, porque el Señor borrará el mal de raíz.
Te invito a compartir esta bendita esperanza con quienes te rodean. No importa lo que suceda en el mundo hoy o mañana: Cristo viene por nuestras familias, ¿está lista la tuya para encontrarse con él?

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Una cita especial

martes, 17 de julio de 2012

Para Reflexionar:


¡SÁLVAME, OH DIOS!

Sálvame, oh Dios, porque las aguas han entrado hasta el alma. Sal 69:1.
 

El salmo de hoy es el segundo más citado por los escritores del Nuevo Testamento. Juan, Lucas, Mateo, Marcos y el apóstol San Pablo, usaron varias referencias de este maravilloso poema.
 
El salmista está en dificultades. Eso no es novedad. Los problemas siempre lo acompañan, incluso en la vejez. Estaban presentes, tratando de destruir su fe y su confianza en Dios.
 
Esta vez, el espíritu de David estaba terriblemente conturbado. Sus emociones estaban afectadas. El estrés había logrado dominado.
 
"Las aguas han entrado hasta el alma". Clama en busca de ayuda, y el socorro divino aparece. Este salmo va más allá del libramiento del salmista. Se refiere también al libramiento de Sión en un tiempo de crisis. En realidad, los sufrimientos personales del salmista son una especie de figura de los sufrimientos colectivos de la nación.
 
Parece que el dolor emocional de David era causado por una falsa acusación, levantada contra él. En el versículo 4 expresa: "Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza los que me aborrecen sin causa; se han hecho poderosos mis enemigos, los que me destruyen sin tener por qué. ¿Y he de pagar lo que no robé?" ¿Quiénes eran esos enemigos? Poco importa. Lo que interesa es saber que en la hora de la angustia el salmista sabía dónde buscar el socorro.
 
Los problemas de la vida son como aguas turbias y amenazadoras. A veces son tan torrenciales que la persona pierde hasta el deseo de seguir viviendo. El salmo anterior habla de triunfo, de victoria y éste, tiene como tema central los peligros y las dificultades. ¡Cuán cerca está la victoria de la derrota, la alegría de la tristeza y la vida de la muerte!
 
El hecho de que tú no tengas problemas hoy, no es garantía de que mañana continuarás igual. Por eso, es necesario que cada minuto aprendamos a depender de Dios. De ese modo, cuando las aguas turbulentas lleguen hasta el "alma", sabremos echar mano de los recursos invisibles de la fe y de la confianza en Dios.
 
¿Cuán triste o cuán alegre te sientes hoy? No importa. En esta vida siempre habrá sol y lluvia, primavera e invierno. Pero si tú tienes la seguridad de que tu vida está en las manos del Señor, sabrás decir: "Sálvame, oh Dios, porque las aguas han entrado hasta el alma".


"Todo Lo puedo en Cristo que me Fortalece"
(Filipense 4:13)

Que la victoria que te ha dado Dios sobre tu problema sea un cántico nuevo de gratitud! - Imágenes para redes sociales


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