«Después comió y recobró las fuerzas, y se quedó algunos días con los creyentes que vivían en Damasco» (Hechos 9:19).
La comida nos da las vitaminas, minerales y otros nutrientes que necesitamos para que nuestro cuerpo funcione correctamente. Y permanecer cerca de Dios te da todo lo que necesitas para ser un cristiano fuerte y saludable espiritualmente. Así que no olvides hoy obtener tu alimento espiritual de la Palabra de Dios y hacerte fuerte en él.
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